Shabat Shalom, mi parasha se llama Vaishlaj, es parte del primer libro de la Tora llamado Bereishit o Genesis. Esta Parasha se trata de la vida de Jacob cuando vuelve a vivir en las tierras de su padre, con sus esposas, hijos, siervos, y ganado, después de haber vivido muchos años donde su tío Labán.
Lo primero que hace Jacob es mandar a unos mensajeros donde su hermano Essaú. Los mensajeros vuelven y le dicen que su hermano viene con 400 hombres. Cuando escucho esta noticia, Jacob temió que su hermano lo viniese a atacar. Y se preparó para un posible combate dividiendo a su gente y a sus animales en dos campamentos. También le reza a Di-s para pedirle protección. Y le manda regalos a Essaú para intentar evitar su posible ataque.
Una cosa que me llamó la atención es que aunque Di-s le dijo a Jacob que vuela a su tierra y que todo iba a estar bien porque Él lo cuidaría, Jacob no se confió e igual se preparó por si su hermano venía a atacar. Esto enseña que uno no tiene que depender del resto sin poner también de su parte. Primero te tienes que ayudar a ti mismo antes de pedir ayuda al resto. Hay un dicho que dice algo parecido: “Ayudate y Dios te ayudara”
En la noche Jacob peleó contra el ángel de Di-s, y en la pelea el ángel le desgarró el muslo. Desde entonces hay una mitzvá que dice que está prohibido comer el nervio de la parte trasera del animal. Después de que Jacob gana la pelea contra el ángel, él le dice a Jacob “tu nombre ya no será más Jacob sino Israel porque has luchado con el angel de Di-s y también has prevalecido.”
Yo creo que la pelea con el ángel es parecida a la ceremonia del Bat porque ambos muestran que uno ha madurado y se vuelve responsable. Cuando lo nombran Israel, él se transforma en una persona ejemplar, el
Patriarca del Pueblo de Israel. Ya no es quien antes podía estafar a su tío Labán o engañar a su padre Isaac.
Al día siguiente, cuando finalmente se encuentran los dos hermanos, en vez de pelearse, se reconciliaron. Esaú corrió a abrazar y besar a su hermano Jacob. Essaú no quería recibir los regalos que le mandó Jacob, estaba feliz de reencontrarse y eso era todo lo que le importaba. Algo que me impresiona de esta parte de la parashá es que Essaú es un super buen hermano. A pesar de tener muchas razones para odiar a Jacob porque lo traicionó al quitarle la bendición de su padre, Essaú igual lo perdona.
Después de reconciliarse cada uno parte por caminos distintos. Jacob construyó una casa para su familia y una suca para su ganado. Para los que no lo saben, una sucá, es como una cabaña, muy simple, su propósito es dar sombra. Sucot es una celebración judía que se celebra ocho días. En esos ocho días se supone que uno debe vivir en la suca como si fuese tu casa, pero está bien si solo comes en ella.
En mi parasha Jacob llega a vivir en las tierras donde gobierna Jamor. Ahí Shejem, el hijo de Jamor, viola a Dina, la hija de Jacob. Simon y Levy, dos hermanos de Dina, se vengaron matando a Shejem, a Jamor y a todos los hombres de la ciudad. Yo no quería hablar de esto pero mi mamá me dijo que lo hiciera porque es importante saber que uno no tiene que abusar de nadie. En este caso se muestra el abuso de un hombre a una mujer. También está mal el abuso del más grande al más chico o del más fuerte al más débil. Pero yo creo que lo que hicieron los hermanos de Dina fue excesivo.
La Torá nos dice que Di-s le dijo a Jacob “Levántate, sube a Bet-el”. Cuando leí esto me acordé de mi papá que me dice todos sábados después de almuerzo: “levantate que tienes que ir a Bet-el”. Antes de ir, Jacob se prepara. Les dijo a su familia que aparten a los dioses extraños, que se purifiquen, y que se cambien de ropa. Después subió a Bet-el y le construyó un altar a Di-s. Ahí Di-s apareció y le dijo a Jacob “Se fecundo y multiplícate. Haré de ti una asamblea de pueblos y de tus lomos saldrán reyes. Y la tierra que le di a Abraham e Isaac, te la daré a ti y a tu simiente después de ti”. Esta es un parte
muy importante de la Torá porque Di-s vuelve a prometerle a Israel y a sus descendientes esas tierras como lo hizo antes con su abuelo y su padre.
Jacob tuvo 12 hijos hombres llamados: Ruben, Simeon, Levi, Juda, Isacar, Zabulon, Jose, Benjamin, Dan, Naftali, Gad y Aser. De cada hijo salió una de las doce tribus de Israel.
Algo que me dio pena de mi parasha es que muere Raquel, mientras le daba a luz a Benjamín, y también muere Isaac después de haber vivido 180 años.
Mi parasha es una parasha muy importante porque nos cuenta el origen de las Doce Tribus de Israel y su conexión con la tierra de Canaán. También porque nos enseña que el abuso y la venganza están mal, y nos muestra el amor de hermanos. Otra cosa que nos enseña la parasha Vaishlaj es que si uno quiere que Di-s te ayude, uno primero tiene que ayudarse.
Lo que viene despues en la Tora es la parasha llamada Vayeshev. La primera parte cuenta dos sueños que tuvo José cuando tenía 17 años. José era el hijo preferido de Jacob, era el más amado. Los hermanos le tenían envidia y lo odiaban. Ambos sueños mostraban a los once hermanos inclinándose ante José y eso hizo que los hermanos lo odiaran todavía más.
¡Shabat Shalom!
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