Querido León, hoy me dirijo a ti, aun cuando tú ya no estás en esta dimensión y yo, por razones poderosas, no puedo estar de cuerpo presente.
Mi corazón llora amargamente inundando cada célula de mi ser, no ante una despedida, sino frente a una momentánea separación.

Mi experiencia me lleva a creer firmemente que esto que llamamos vida, es un transitar entre dimensiones desconocidas, las cuales ya abren sus puertas, para recibirte como tú te lo mereces. Estoy seguro, nos volveremos a encontrar ¿Cuándo? Eso sólo Hashem lo sabe. Cuando me llegue el momento, tendré la ventaja que tú me habrás abierto el camino, como siempre nos lo hicimos en esta vida.

¿Te acuerdas de ese lejano último martes de mes de Abril de 1947? Fue en la Academia Científica del Instituto Nacional, cuando nos vimos por primera vez. Algo manifesté que fue ampliamente rebatido, hasta que tú pediste la palabra, para defender brillantemente mi posición.

Ese mismo día, te invité a unirte a la Juventud Israelita Sefaradí (JIS) y me manifestaste que tu destino estaba en alguno de los partidos políticos nacionales, donde aún no encontrabas cual era el que podría dar alero a tus inquietudes. Cuantos recreos conversados sin resultados durante ese 1947, hasta que, al año siguiente, una nueva posibilidad se abría en nuestros ”debates”. Ahora, éramos Hanoar Hatzioní. Un movimiento sionista, jalutziano, pletórico de ideales, principios y planteamientos, que movieron tu curiosidad, al punto que ese mismo sábado, se marcaba tu vida, entregándote por entero, a lo que jamás te abandonaría, tu amor irrestricto al ideario sionista.
Juntos o separados, tu camino sería uno sólo. Hanoar, Organización Sionista Independiente OSI, Federación Sionista, FESELA, Comunidad Israelita Sefaradí serían tu vida y amores inquebrantables, hasta que a poco de regresar de mis 10 años en el sur, nos volvimos a encontrar, cuando fuiste tú el que me llevó a OSI, para volver a separarnos, al ingresar yo a la masonería, único ideal no compartido.

Nuevamente se unirían nuestras vidas, cuando poco después, llegaste a la perfumería, para pedirme, o exigirme, que debía asumir la Secretaría General de la CIS, con José Avayú de Presidente.

¿Crees que es oportuno recordar todas las instituciones que, gracias a tu empeño y devoción, alcanzaron lugares destacados, no sólo en Chile, sino que en Latinoamérica y, sin perder las dimensiones, también a nivel mundial?
¿Cuántas presidencias brillaron en el ámbito sionista, gracias a tu entrega, capacidad y voluntad? Me pregunto si FESELA hubiera logrado ser, en sus momentos de máximo esplendor, la sombra de lo que fue, de no haber mediado tu ímpetu arrollador de por medio ¿Se concebía un Congreso en Chile o Latinoamérica sin tu destacada participación?

Fuiste fundador de OSI en Chile. Aun cuando creo que fue la única institución a la que perteneciste y no fuiste Presidente, puedo garantizar que no seríamos los mismos, sin tu presencia y decisión inclaudicable, la que guiaba nuestros pasos, hasta llevarnos a la última votación democrática de la Comunidad Judía de Chile, en que logramos demostrar nuestro respaldo comunitario, al obtener el 52,9% de los votos legalmente emitidos.

Te toco ser Presidente y participar intensamente en el quehacer diario de Federación Sionista, cuando las pasiones políticas internas, alcanzaron su máximo recordado. Gracias a la firmeza de tus planteamientos, lograste ganar el respeto incluso en tus más fervorosos contradictores. Si algún día, se escribe la historia de Federación y se reconocen los logros e importancia que tuvo para el movimiento sionista chileno, tu nombre renacerá como faro salvador, de lo más sagrado de nuestros ideales.

Tu papel desempeñado al interior de la Comunidad Israelita Sefaradí, sin lugar a dudas, será destacado a tal punto, que mis palabras, en este momento, pasarían a ser irrelevantes. ¿Podrá alguien mencionar, sin temor a omitir una parte importante de Congresos que, fervorosamente se pusieron de pie, aplaudiendo para ratificar tus mensajes sionistas, precisos, justos y adecuados al momento y a lo que se discutía?

Querido León, correspondería que en este momento, terminara estas palabras que nacen directamente de mi corazón adolorido, con el acostumbrado “que en paz descanses”.

No, categóricamente NO. Inicié este merecido homenaje a tu trayectoria sionista, manifestando mi convencimiento absoluto que este, es tan sólo un transitar entre dos etapas desconocidas para mí, pero recién revelándose para ti.
No sé dónde estás en este mismo instante, pero me asiste la seguridad absoluta que ya te estás moviendo para ver como sigues entregándonos tu sabiduría y, sobre todo, tu amor irrestricto a la causa sionista que nos ha acompañado por más de 70 años, de manera de lograr que todo aquello que siempre supiste defender tan elocuentemente, sea recibido por quienes estamos dispuestos a seguir en tan difícil tarea, hasta que cada uno de los que sean privilegiados por tu legado, sean llamados por El Eterno, para emprender el camino por lo que desconocemos, pero, sin lugar a dudas, seguirá siendo guiado por su sagrada decisión.

Si Dios así lo permite, espero que en un tiempo desconocido para mí, nuestros espíritus vuelvan a encontrarse y puedan desenvolverse en esa maravillosa experiencia de haber compartido nuestros ideales, mientras nos acompañaste en esta vida.

¡¡¡TU RECUERDO, NADA NI NADIE, LOGRARÁ BORRARLO!!!.

Eduardo Hadjes Navarro

Para mi con profunda pena y emoción en nombre de la comunidad sefaradí, me toca despedir a mi amigo Leon Tchimino (z”l), que por muchos años nos tocó viajar a Congresos Sionistas mundiales, por tantos comunitarios como la FeSeLa, en los cuales desarrollamos muy profundamente nuestra alma sefaradí al encontrarnos en estas reuniones amigos y lideres de muchas comunidades de Latinoamérica ,lo que hizo permanecer nuestros ancestros sefaradíes y básicamente de donde provenimos Turquía (Esmirna), pero Leon muy ufano decía que su padre era de la capital Estambul. Muy bueno para escribir permanentemente libros y poesías.

Deseando en este adiós, que D’s lo tenga a su lado.

Marcos Leon Telias

Queridos hermanos:
¡Qué triste noticia el deceso de León Tchimino Palombo (Z”L), de bendicha memoria!

Nos queda el recuerdo de un ser humano excepcional que supo atender con entereza y elegancia las vicisitudes que le presentó la vida.

Su trayectoria de trabajo comunitario, sus destacadas acciones sionistas y su entrega a la causa sefaradí son un legado de enseñanza y ejemplo a seguir.

Su alma de poeta le permitió descubrir y divulgar las cualidades de sus compañeros de FeSeLa, a la vez que resaltar los logros y las acciones de nuestra Federación.

Con la pena que nos embarga, enviamos especiales saludos a su familia, a la Comunidad y al Comité Chileno de FeSeLa quienes han perdido a un querido e ilustre hombre.
Respetuosamente.

Sonia y Alberto Levy
FeSeLa Comité MEXICO

Mis más sentidas condolencias a la familia Tchimino.
Fue en vida, distinguido miembro de la comunidad judía de Chile y como fundador de FeSeLa, una enorme e inagotable fuente de inspiración.
Fraternal saludo

Salomon Levy
Montevideo
FeSeLa Comité URUGUAY

Me uno con mucha tristeza a esta irreparable pena.

Habib Achar A.
FeSeLa Comité MEXICO