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Parashat Devarim, da comienzo al último libro de la Torá, el libro de "Deuteronomio" es también conocido como "Mishné Torá" – "Repetición de la Torá", pues Moshé repite en él todas las cosas que ya se dijeron en la Torá. En la parashá "Shmot" – "Éxodo", Moshé dice que él no es un hombre de palabras: "Y le dijo Moshé a Dios: Te ruego, Adonai, no soy yo hombre de palabras ni desde ayer ni tampoco desde anteayer, ni desde el tiempo en que has hablado a Tu servidor, ya que lento de palabra y lento de locución soy yo". (Éxodo 4:10). Con el correr del tiempo, Moshé se convierte en líder y repite las palabras de Dios delante del pueblo. Por eso, el libro de Deuteronomio comienza con las palabras: "Estas son las palabras que habló Moshé a todo Israel". (Deuteronomio 1:1).
La parashá comienza con la continuación de la travesía hacia la tierra de Canaan. Dios le dice a Moshé que debe levantarse e ir al Monte Seir, al lugar donde estaban asentados los hijos de Seir. Dios avisa al pueblo que, en su camino hacia la Tierra Prometida, van a encontrarse con otros pueblos y deben comportarse con ellos de manera pacífica y no provocarlos, pues también aquellos pueblos recibieron de Dios un territorio para asentarse en él.
Antes del asentamiento de los moabitas en Moab, ellos se asentaron en Refaim, un pueblo antiguo a cuyos miembros se los consideraba gigantes, y los moabitas los llamaron "Emim": "Los Refaim son considerados ellos también como gigantes. Pero los moabitas los solían llamar "Emim"" (Deuteronomio 2:11). También en los territorios pertenecientes a los hijos de Amón se asentaron los Refaim y los Amonim los llamaban "Zamzumim", de la palabra "mezimá" – "astucia", pues eran pueblos de gran estatura que acostumbraban a actuar con astucia y artimañas: "Y los Amonitas los llamaban "Zamzumim"" (Deuteronomio 2:20). Moshé destaca que Dios exterminó a los Refaim y permitió a los Amonitas heredar su tierra (Deuteronomio 2:21).
Se les ordena a los hijos de Israel cruzar el río Arnón hacia el reino de los Emorim (Deuteronomio 2:24). Moshé se dirige a Sijón, rey de los Emorim, en son de paz, pero él decide salir a la guerra contra Israel. Los hijos de Israel destruyen sus ciudades, matan a sus habitantes y toman el botín. Después de la guerra contra Sijón, los hijos de Israel continúan su travesía hacia Bashán, hacia la tierra de Og, quien también era un gigante, sobreviviente del pueblo de los Refaim (Deuteronomio 3:11).
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Dios calma al pueblo para que no tema porque, así como Él hizo con Sijón, rey de los Emorim, también hará con Og, rey de Bashán (Deuteronomio 3:2-3).
En la parashá "Shlaj Lejá", en el libro de Números, leímos por primera vez la descripción de los pueblos asentados en la Tierra Prometida. Los espías describieron a los numerosos habitantes de la tierra como gigantes y se compararon a sí mismos como langostas, como pequeños insectos que se pueden destruir fácilmente: "...Es tierra que se come a sus habitantes, y todo el pueblo que hemos visto en su seno, hombres de estatura son. Y ahí hemos visto a los Nefilim: los hijos de Hanak, descendientes de los Nefilim, aparecimos ante nuestros ojos como langostas, y así éramos ante los ojos de ellos" (Números 13:32-33). Los espías describen a la tierra como que "come a sus habitantes" y las langostas son la creaturas más pequeñas que pueden ser comidas. Así ellos destacan sus sensación de que la tierra los va a tragar fácilmente. La imagen de las langostas es la imagen propia: los espías se ven a sí mismos pequeños frente a las personas de gran estatura. En la parashá "Devarim", Moshé recuerda el relato de los espías y nuevamente son recordados los gigantes que habitan la tierra: "Y también hijos de Anak (gigantes) vimos ahí" (Deuteronomio 1:28).
Muchas explicaciones se dieron al adjetivo "anak" - "gigante". Para nosotros, "Refaim" y "Anakim" son personas de gran estatura. Es decir, opuestos a los seres de pequeño tamaño, como las langostas. La parashá "Devarim" trae, como ejemplo, las medidas del cajón en el cual fue enterrado Og rey de Bashán, y estima así el tamaño intimidante del rey: "Pues solamente Og, rey de Bashán, había quedado del remanente de los Refaim; he aquí que una cama, cama de hierro, -que por cierto está en Rabbah de los hijos de Amón-, nueve codos es su largo y cuatro codos es su ancho, en codo de hombre" (Deuteronomio 3:11). En nuestra parashá se aprende que gracias a la ayuda de Dios se puede vencer a los gigantes: "Entregó Adonai nuestro Dios en nuestra mano, también a Og, rey de Bashán, y a todo su pueblo. Lo batimos hasta no dejarle sobreviviente" (Deuteronomio 3:3).
La descripción de los Refaim, personas de gran estatura, los Nefilim, Og rey de Bashán, Goliat y otros gigantes, nos quiere enseñar que, a veces, por miedo y temor, le damos mucha importancia a los datos físicos. Cuando estamos en guerra con un enemigo externo o con enemigos que se encuentran dentro nuestro, los datos concretos no deberían ser el único parámetro para valorar el poder de las partes. El espíritu del ser humano, su fe, su firmeza y su apego al objetivo por el cual pelea, no son menos importantes, -y quizás hasta lo son más aún-, para el resultado final de la lucha. |
La Comunidad Israelita Sefaradí se solidariza en esta tarea de recibir tus donaciones y entregarlas al Keren Hayesod. ¡ Contamos contigo !

OPERACIÓN "MARGEN PROTECTOR" –
CAMPAÑA DE SOLIDARIDAD
A pesar de los esfuerzos de Israel de tolerar la situación y el gran sentido de abstención que ha
demostrado a lo largo de las últimas semanas – durante las cuales más de 170 misiles fueron lanzados
sobre Israel durante el último mes, el Hamás ha lanzado un nuevo ataque contra los civiles residentes
del país. Decenas de misiles fueron proyectados sobre ciudades y poblados desde el sur hasta el norte,
y las FDI han respondido y han logrado evitar daños mayores.
15.000 reservistas fueron convocados
y más 25.000 están previstos de unirse a ellos. Los contribuyentes de Keren Hayesod hicieron un
excelente trabajo al ayudar a los habitantes del sur a protegerse – mas ahora, cuando los niños de
esa región deben pasar sus vacaciones de verano en los refugios antibombas – somos nuevamente
convocados a demostrar nuestra solidaridad.
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Como consecuencia de la reunión de coordinación de la
Autoridad Nacional de Emergencia en el Ministerio de
Defensa, que se llevó a cabo el 9 de julio, Keren Hayesod
se ha propuesto como objetivo, en cooperación con
el Gobierno de Israel y la Agencia Judía, trasladar a
los niños de las zonas de confrontación a colonias de
verano, en el marco de una serie de actividades de
sosiego. Las actividades se llevarán a cabo dentro del
perímetro que abarca desde la región central del país
y hasta Haifa, en instalaciones protegidas apropiadas e
incluirán actividades deportivas y culturales.
El costo de una colonia de vacaciones de cinco días,
es de 300 dólares por niño.
El objetivo es proporcionar estas actividades a 8.000 niños que viven actualmente una realidad
insoportable de estrés y terror en una franja de hasta siete kilómetros de la frontera con Gaza. Las
actividades se realizarán en cooperación con el Gobierno de Israel, que ha destinado la suma de
4 millones de shekalim para este emprendimiento, y serán llevadas a cabo por personal docente
especializado en actividades deportivas y de esparcimiento. Las actividades de sosiego incluirán
visitas a sitios de recreación para niños (siempre y cuando la situación lo permita), piscinas,
actividades de verano en recintos protegidos, y continuará a lo largo de la operación y también
después que ésta llegue a su fin, en la medida de lo necesario.
El objetivo es recaudar 2.4 millones de dólares.
Los contribuyentes de Keren Hayesod ayudaron
a renovar cientos de refugios antibombas en el
sur.
Ahora, que la amenaza de los misiles lanzados
desde Gaza se ha ampliado a una zona de 70 kms.
de distancia – la necesidad de renovar los refugios
antibombas ha crecido dramáticamente.
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Existen 200 refugios que claman por renovación.
Asimismo, existe la necesidad de cientos de miguniot
(refugios móviles), que se distribuyen de acuerdo a
las necesidades en lugares donde no existen refugios
antibombas apropiados.
El costo de cada migunit es de 15.000 dólares cada una.
El costo de restauración de un refugio antibombas grande
es de 29.000 dólares.
Este es el momento de tener presente a los miles
de de soldados que hicieron aliá sin sus familias,
que viven solos en Israel, y que actualmente
están cumpliendo su servicio militar en Tzahal,
defendiendo al país.
Con una contribución de 4.000 dólares por
soldado, usted puede ayudarles a integrarse
a la sociedad israelí después de liberarse del
ejército – un modo de sustituir a la familia
del soldado que no se encuentra en Israel.
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